lunes, 24 de noviembre de 2014

UTOPIA

Amo como cada mañana arrancar una ciruela del árbol que me vio crecer, y al que ahora vuelvo, sentarme en sus ramas y dejar que el tiempo transcurra, sin preocupaciones. Cada vecino tiene sus frutales preferidos, a mi me gustan las ciruelas, porque caben en mis manos y tienen el color del crepusculo cuando ya casi anochece.
Vivo entre aromas suaves y sonidos de agua. Nada más me hace falta. Hace rato hui de esa locura de destrucción que es la ciudad. Ya están quedando vacias, la gente ha comprendido que el aire está aqui, y que las pantallas estaban comiendonos la cabeza y la vida. No me interesa nada del mundo externo. Solo andar descalza, pisar hojas crujientes, aspirar profundo el alma del cosmos.
Por suerte algunas cosas han cambiado mucho, a pesar de que la contaminación fue imparable en esas junglas de cemento, y ese mundo nuevo podemos desplegarlo aqui, en los lugares resguardados del "progreso". Ya nadie es molestado por su color de piel, ni por su sexualidad, esas son tonterias antiguas, que han creado mucho dolor. A mis vecinos los conozco a todos, el mate es algo que corre como lazo, es comun encontrarnos a la orilla del rio y compartir lo que cada uno cultiva, produce, cocina. 
Los libros de leyes se han quemado, no hacen falta. Estar al borde del abismo y la nada,  hizo cambiar como un rayo la conciencia universal, algo cambió profundamente, creo que hemos aprendido mucho de nuestros errores. Ahora, si alguien se desvia de lo sano, del respeto, todos actuan como gran esponja, la maldad es transmutada, y la gran luz que somos como comunidad es más fuerte que los resabios de ese mundo que nos habia enloquecido a todos. 
Tocar de nuevo un libro de papel, es un placer tan grande como mojar mis pies cada dia en el rio, caminar descalza, respirar suave. Ahora tengo el tiempo, las ganas. Y sigo escribiendo, como siempre, las palabras me sanan, salen de mi para exorcizar antiguos dolores.
Mis hijos son seres libres en el mundo, viajan, recorren, andan. De vez en cuando me acerco a la coordenada de tiempo espacio donde esten, y nos celebramos asi, vivos, fluyentes, nos abrazamos mucho y seguimos en esta aventura sinfin.

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